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Alergia ocular

¿En qué consiste una alergia ocular?

El ojo es particularmente propenso a las alergias, ya que está constantemente en contacto con el mundo exterior. Alrededor del 20 % de las personas tienen una alergia ocular que se manifiesta mediante una conjuntivitis alérgica.

La afectación familiar se da en el 50 % de las personas afectadas. También es frecuente la presencia de antecedentes alérgicos (dermatitis atópica, asma, alergia alimentaria, etc.).

Pequeñas cantidades de alérgenos presentes en el aire se depositan continuamente sobre la mucosa que recubre el interior de los párpados (conjuntiva). La forma más común de alergia ocular está relacionada con la fiebre del heno. La afectación ocular se asocia en ese caso a una secreción nasal o a una congestión nasal.

¿Cuáles son los signos de una alergia ocular en los niños?

El escenario de la alergia es siempre el mismo: después de un episodio de sensibilización, correspondiente al primer contacto con el alérgeno, cualquier nueva exposición produce una fuerte inflamación. Los síntomas de la alergia ocular son los siguientes: el ojo pica, se enrojece, está irritado y lagrimea. En las formas más graves, el ardor en los ojos y la luz provocan dolor (fotofobia).

En cuanto al niño, existe una forma más severa y rara de conjuntivitis alérgica: la conjuntivitis primaveral, llamada «giganto-papilar». Se manifiesta por un enrojecimiento ocular y un lagrimeo importante. Esta afección requiere necesariamente consultar a un oftalmólogo. El diagnóstico de alergia ocular se puede hacer después de haber descartado las principales causas infecciosas que pueden afectar al ojo.

¿Cuáles son los síntomas de la alergia ocular?

Los síntomas comúnmente asociados con la alergia ocular en los niños son los siguientes:

  • Lagrimeo
  • Enrojecimiento ocular
  • Hinchazón de los párpados
  • Sensación de picor

¿Qué otras enfermedades pueden parecerse a la alergia ocular?

Conjuntivitis vírica

Frecuente en primavera y verano, la conjuntivitis viral es causada por un virus altamente contagioso, el adenovirus. Los ojos se contaminan cuando se introducen en ellos dedos manchados con el virus. Después de un período de incubación de 2 a 7 días, se produce un marcado enrojecimiento ocular, con lagrimeo significativo y, a veces, sensibilidad a la luz.

Además, la presencia de este virus requiere una higiene estricta. Después de cada contacto con los ojos, es necesario desinfectar las manos con una solución antiséptica antiviral. Cada miembro de la familia debe usar su propia toalla para evitar la propagación. Esta afección desaparece después de un período de una a dos semanas. Sin embargo, a veces requiere el uso de lubricantes oculares (lágrimas artificiales) o antibióticos locales en forma de colirios.

Conjuntivitis herpética

La infección por el virus del herpes se manifiesta la mayoría de las veces como una erupción de ampollas como el herpes febril. Puede transmitirse al ojo y ser responsable de una infección ocular. Por lo tanto, es necesario un tratamiento con una pomada antiviral. En algunos casos, puede ser necesario un tratamiento antiviral oral.

Tracoma (conjuntivitis por clamidia)

La conjuntivitis por clamidia o tracoma puede producir un enrojecimiento ocular. Afortunadamente, se trata de una afección poco frecuente. La clamidia generalmente afecta el tracto genital, pero también puede tener un daño ocular. Es necesario un tratamiento con antibiótico en comprimidos.

Conjuntivitis bacteriana

En el caso de la conjuntivitis bacteriana, los ojos están pegados por secreciones purulentas de aspecto amarillento. El oftalmólogo debe prescribir un tratamiento de antibióticos tópicos para destruir las bacterias implicadas. En los niños, se trata principalmente de gérmenes de las vías respiratorias superiores.

Exposición a sustancias nocivas

Cuando se expone a una sustancia tóxica, el peligro para el ojo es extremo. El resultado es un enrojecimiento ocular intenso, asociado a un lagrimeo abundante y a un dolor ocular que puede variar en intensidad. No se trata de una reacción alérgica, sino de una reacción tóxica.

En caso de exposición a una sustancia tóxica, se deben tomar medidas de emergencia: lava inmediata y abundantemente los ojos de tu hijo durante 5 minutos con agua para eliminar la sustancia tóxica al máximo y luego acude lo más rápido posible a un centro de urgencias, especificando la naturaleza del producto tóxico responsable.

¡Atención! No se debe confundir una reacción alérgica que afecta a los ojos con otras afecciones oculares que pueden provocar enrojecimiento. Es siempre necesario un examen oftalmológico para determinar el diagnóstico correcto.

¿Cuál es el tratamiento de la alergia ocular?

La prevención es extremadamente importante en la lucha contra la alergia ocular. Por lo tanto, se debe evitar, si es posible, el contacto con el o los tipos de polen a los que se es sensible en épocas de alta polinización.

Aquí tienes algunos consejos:

  • Cerrar las ventanas
  • Evitar la ventilación en épocas de polinización
  • Lavarse el cabello con regularidad
  • Cambiarse de ropa con frecuencia
  • Usar gafas de sol

El tratamiento de la alergia ocular se realiza con la ayuda de colirios y antihistamínicos por vía oral. Hay varias clases de medicamentos disponibles. El objetivo es reducir la producción de mediadores inflamatorios como la histamina, utilizando antihistamínicos o cromoglicatos.

La cortisona es uno de los medicamentos más efectivos para tratar la alergia ocular grave, pero su administración solo es posible mediante revisiones periódicas con el oftalmólogo.

El tratamiento de la alergia ocular

  • Prevención: evitar los alérgenos a los que se es sensible, evitar frotarse los ojos. Diluir los antígenos con un colirio de lubricación ocular. El uso de lentes de contacto está contraindicado en pacientes alérgicos.
  • Medicamentos: colirios, antihistamínicos, estabilizadores
    de mastocitos, corticosteroides tópicos (diferentes potencias para diferentes preparados), inmunosupresores tópicos (cilcosporina A). Sistémicos: prescritos por el alergólogo.
  • La desensibilización propuesta por el alergólogo.

¿Qué debo hacer si mi hijo tiene una alergia ocular?

Una evaluación alergológica frecuente permite descubrir el agente responsable de la alergia y, a veces, proceder con una desensibilización. Cuando el resultado es negativo, no quiere decir que no se trate de una alergia. Del mismo modo, algunas formas de alergia se localizan solo en el ojo y no presentan otras manifestaciones.

En caso de alergia relacionada con una fiebre del heno, para conocer el polen responsable de la alergia, hay que consultar el calendario polínico. Es posible que se produzcan variaciones en función del clima y de si la floración es tardía o temprana cada año. Un problema ocular que se manifiesta todos los años en la misma época, con picor y a veces ardor en los ojos, es un fuerte indicio de una alergia secundaria al polen.

Fuente: «Allergies et Intolérances 2018», Ediciones Mancassola por el Prof. Yan Guex-Crosier

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