Pruebas de visión
¿Cómo reacciona tu hijo?
¿Cómo se diagnostica un trastorno ocular en un bebé o en un niño?
Miopía, astigmatismo, hipermetropía, estrabismo… Estas patologías oculares pueden desarrollarse desde la infancia. A veces causan dolores de cabeza o cefalea, visión borrosa, mala agudeza visual, un campo de visión reducido o fatiga ocular. Por lo tanto, es importante diagnosticarlos rápidamente.
Cuanto antes se detecte un trastorno visual, mejores serán las posibilidades de que tu hijo desarrolle su visión de manera armoniosa. Si sospechas que existe alguna anomalía, a continuación encontrarás consejos para realizar personalmente las primeras pruebas, en función de la edad de tu peque. Y para un examen de la vista más detallado, dirígete a un especialista de los ojos.
Por lo tanto, puedes elegir el tratamiento adecuado para tu hijo, como gafas, o redirigirlo a un especialista, como un ortoptista si fuese necesario.
Pruebas de visión en bebés
Dado que el bebé no puede indicar claramente lo que ve, hay que utilizar métodos objetivos para evaluar su capacidad visual. Es importante evaluar su reacción a la oclusión monocular (cuando se le tapa un ojo) que puede poner en evidencia una asimetría de visión (ambliopía) si el lactante empieza a llorar cuando su «ojo bueno» está tapado.
En caso de duda, algunos dispositivos permiten medir la refracción y ayudan a juzgar la necesidad de una corrección óptica. Otro método consiste, con un ojo tapado, en dirigir la mirada del niño hacia motivos cuya resolución aumenta progresivamente para cuantificar la visión de manera indirecta (prueba de la mirada preferente).
Si existen antecedentes familiares de enfermedades oculares, no dudes en informar a tu pediatra. Juzgará la necesidad de realizar un examen completo de detección ocular con un oftalmólogo para permitir a tu hijo que vea mejor.
Pruebas de visión en niños mayores
En niños mayores, se pueden realizar varias pruebas breves y sencillas. Lo más importante es comparar la visión de los dos ojos. Realiza esto tapando primero un ojo y luego el otro: ¿son las imágenes de formas pequeñas igual de nítidas con cada ojo a distancia? ¿También son nítidas de cerca? Para esta última prueba, puedes usar las imágenes que aparecen a continuación, verificando que el niño vea formas pequeñas con cada ojo.
Esta prueba no permite cuantificar la visión (será tarea del pediatra o el oftalmólogo), sino simplemente verificar que ambos ojos ven bien y que no hay una asimetría visual importante (ambliopía). En caso de sospecha de asimetría visual, coméntalo con tu pediatra. A menudo se recomienda un examen oftalmológico de detección.
Consulta a tu pediatra o a un especialista de la vista si sospechas que hay diferencias de visión entre los dos ojos.