Tu hijo inclina la cabeza: ¿y si fuera debido a sus ojos?

Inclina la cabeza de forma anómala

¿Has notado que tu hijo inclina la cabeza, o que tiene tortícolis? Aunque no lo pienses en el momento, esto puede ser un síntoma de un problema ocular. 

De hecho, la posición de la cabeza puede servir para calmar los movimientos espontáneos de los ojos o para compensar una desviación ocular. Descubre más sobre el nistagmo y el estrabismo.

Nistagmo u ojos temblorosos

Algunos niños pueden presentar un nistagmo. Esta patología ocular tiene como síntoma el movimiento anormal de los ojos, de forma espasmódica. En algunos casos, mirar en una dirección determinada puede calmar los temblores, por lo que el niño inclinará la cabeza hacia un lado.

Notarás que los movimientos oculares se vuelven más visibles cuando se pide al niño que mantenga la cabeza recta.

Estrabismo o desviación de un ojo

Inclinar la cabeza también puede ayudar a compensar una desviación ocular. Esto se hace evidente cuando se pide al niño que enderece la cabeza. En ese caso se trataría de un estrabismo.

El estrabismo puede ser intermitente o constante. Los ojos se pueden desviar en diferentes ángulos: hacia la nariz, hacia la sien, hacia arriba o hacia abajo. A veces, el niño también se queja de ver borroso.

¿Qué debo hacer si noto que mi hijo inclina la cabeza regularmente?

Es importante mencionar cualquier posición anormal de la cabeza al pediatra, quien podrá juzgar la necesidad de un examen oftalmológico en función de su propio examen clínico. 

También es posible consultar directamente a un oftalmólogo para descartar que la tortícolis esté originada por un problema en la vista. El profesional podrá proponer una solución adaptada para tratar el problema postural del niño.