Lagrimean o están rojos (irritados)

Lagrimean o están rojos (irritados)
El lagrimeo en los niños tiene dos orígenes principales: el primero es un lagrimeo reactivo a una inflamación del ojo y el segundo es más bien algo mecánico donde las lágrimas no se evacúan correctamente del ojo.
En los lactantes, la principal causa de lagrimeo es lo que se conoce como «imperforación de las vías lagrimales». Las lágrimas se producen aquí, en el ángulo externo del ojo, lubrican el ojo y se evacúan por el ángulo interno del ojo, hacia la nariz. A veces, desde el nacimiento, esta vía de evacuación está obstruida y puede ocasionar un lagrimeo. Es una patología benigna que evoluciona favorablemente en más del 95 % de los casos, entre 1 y 2 años y debe realizarse un seguimiento. El glaucoma congénito puede aparecer en bebés muy pequeños, pero suele asociarse a molestias extremas con la luz, lagrimeo intenso y grandes «ojos de muñeca». Debe prestarse especial atención. Una presión ocular demasiado alta es una urgencia oftalmológica en los lactantes.
La otra causa relacionada con las inflamaciones es un lagrimeo reactivo muy a menudo secundario a las conjuntivitis en los niños, típicamente en casos de gripe. También se producen esos pequeños traumatismos que también vemos en los niños, como meterse un dedo en el ojo, etc., o arañazos en el ojo que requieren un examen microscópico para descartar estos problemas y tratarlos.