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¿Qué es la ambliopía?

Aunque no lo notes necesariamente, es posible que tu hijo esté desarrollando una ambliopía. Este trastorno visual, caracterizado por un desarrollo más pronunciado de uno de los ojos, suele pasar desapercibido. 

Sin embargo, se trata de una patología que merece toda tu atención, ya que podría conducir, con el tiempo, a una visión binocular desigual. 

Anne-Claude Rouiller, ortoptista, te explica con más precisión este trastorno de la visión del niño.

¿Cómo se desarrolla la ambliopía?

La ambliopía es un defecto de la vista generalmente relacionado con una disminución de la visión. 

Mientras se desarrolla la visión, durante los primeros años de vida, puede ocurrir que el niño nos avise de que ve borroso por un ojo. La causa más frecuente es un trastorno refractivo: astigmatismo, hipermetropía, miopía. Estas patologías se pueden corregir fácilmente con el uso de gafas si se detectan a tiempo. 

El estrabismo, es decir, el bizqueo, también puede ser la causa de que el niño ve borroso por un ojo. 

Estos trastornos visuales implican que el cerebro recibe una imagen nítida del ojo bueno y una imagen borrosa del otro ojo. Tendrá que elegir una de las dos imágenes. Por lo tanto, es importante detectar rápidamente este problema, que puede tratarse fácilmente en la mayoría de los casos.

Ten en cuenta que no siempre es fácil detectar una ambliopía, ya que el niño puede adaptarse a funcionar con un solo ojo.

¿Cómo se trata la ambliopía?

A partir de cierta edad, ya no será posible educar al cerebro para que vuelva a aprender a ver con los dos ojos. Por lo tanto, cuanto antes se detecte el trastorno, más efectivos serán los resultados. 

  • En primer lugar, hay que presentar dos imágenes nítidas al cerebro corrigiendo los trastornos refractivos. Tras un examen oftalmológico, una prescripción de gafas con lentes correctoras permitirá al niño recuperar una visión clara. 
  • A continuación, el método más eficaz y rápido para tratar la ambliopía es la oclusión. La idea es tapar el ojo bueno para obligar al ojo más débil a trabajar y transmitir una imagen al cerebro. 

Dependiendo de la edad del niño y del nivel de visión del ojo malo, la duración puede variar de una a varias horas al día. Cuanto antes se inicie el tratamiento, mayores son las posibilidades de éxito y menor su duración.

La ventaja del parche es que el niño puede llevarlo durante las actividades que estimulan la visión. Por ejemplo, leer un libro favorecerá su visión de cerca. 

La duración del tratamiento depende de la evolución de la visión, es diferente según cada niño. La mayoría de las veces dura unos meses, hasta unos pocos años. El tratamiento debe continuar hasta obtener una visión simétrica.

¿Cuáles son los riesgos si no se trata la ambliopía?

Es perfectamente posible vivir con un solo ojo funcional. Sin embargo, el riesgo es que si el ojo bueno se daña durante la vida, la situación puede volverse dramática. Para evitar este riesgo, es esencial tratar la ambliopía. 

El otro riesgo es que el cerebro siga descuidando el aprendizaje de la visión del ojo más débil. Después de unos años, la situación se vuelve irreversible y la mala visión del ojo débil ya no se puede corregir.

Más información sobre la ambliopía

¿Este artículo te ha hecho pensar que tu hijo está desarrollando una ambliopía? Hemos creado una página dedicada a este trastorno ocular. No dudes en consultarla.

Y si a tu hijo ya le han diagnosticado ambliopía, nuestros profesionales ortoptistas han preparado algunos consejos para ayudar a tu hijo a aceptar el uso de un parche.