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¿Por qué es importante que ambos ojos vean bien?

Es posible que ya hayas escuchado que, durante el desarrollo de la visión del niño, es importante verificar que los dos ojos se desarrollen de manera uniforme. El Dr. Pierre-François Kaeser, profesor titular y jefe de la unidad de estrabología y oftalmología pediátrica, te explica la importancia de una buena visión binocular para garantizar la salud visual de tu hijo y evitar así la aparición de trastornos oculares.

Riesgo de ambliopía 

La visión no está desarrollada al nacer; se desarrolla durante los primeros años de vida. A lo largo de todo este proceso de desarrollo, los dos ojos compiten entre sí. Si un ojo ve menos que el otro, el cerebro se contenta con utilizar las imágenes del mejor ojo y no aprende a ver con las imágenes del ojo más débil. Es lo que se conoce como ambliopía

Por lo tanto, es necesario detectar una miopía, astigmatismo, hipermetropía u otros trastornos de la visión lo antes posible para evitar que desarrolle una mala visión binocular. En caso de duda, es importante realizar un examen de la visión en un oftalmólogo. El profesional comprobará la visión de cerca y la visión de lejos del niño para hacer un diagnóstico. Si es necesario, un tratamiento con lentes correctoras permitirá un desarrollo visual uniforme. 

Permitir que el niño tenga una buena visión en 3D

A medida que crecemos, una buena visión binocular es importante para percibir lo mejor posible lo que observamos. Es lo que llamamos la «escena visual». Si haces la prueba de cerrar un ojo, te darás cuenta de que estás explorando el entorno mucho menos que con los dos ojos abiertos. El campo visual es más amplio cuando tenemos los dos ojos abiertos. 

Si los dos ojos no están uno encima del otro, sino uno al lado del otro, es por una buena razón: para permitirnos ver en 3D. 

De hecho, cada uno de los dos ojos, colocados uno al lado del otro, observa los objetos con un pequeño desplazamiento horizontal. El cerebro recibe estas dos imágenes ligeramente desplazadas horizontalmente y luego las vuelve a juntar. Es lo que se conoce como «fusión», y nos permite percibir el relieve, la profundidad y las 3D.

Evitar el estrabismo 

Sin defectos visuales, los ejes de los ojos son paralelos, tanto cuando miramos a lo lejos como de cerca. Los dos ojos son capaces de mirar juntos el objeto que observamos.

Cuando el niño ve borroso o uno de sus ojos está desalineado con respecto al otro, es probable que desarrolle un estrabismo. Debido a esta anomalía oftálmica, el cerebro no podrá reconstruir las imágenes en 3D. Por lo tanto, el niño no tendrá una percepción fina del relieve.

Es importante estar atentos a la visión del niño, ya que, por lo general, no se quejará. En caso de duda, consulta a tu pediatra u oftalmólogo, que te remitirá a un examen de la vista.

¿Cuáles son los otros trastornos visuales que no se deben descuidar y que merecen un examen oftalmológico? 

Los problemas visuales a veces pasan desapercibidos en los niños. Por eso, es importante observar algunos síntomas: dolor de cabeza o cefalea, visión borrosa, fatiga visual, molestias oculares, etc. En caso de duda, consulta nuestras páginas dedicadas a diferentes patologías como el glaucoma, la conjuntivitis, la sequedad ocular, el nistagmo o la diplopía.